Editorial: El debate entre Monarquía y República está verde en Mallorca, deben tener otras preocupaciones más importantes los 1.250.000 residentes de nuestras islas. La Obra Cultural Balear quiere hacer un pequeño sondeo para conocer por donde respira el pueblo en este asunto, y la tozuda realidad los está llevando a participaciones del censo de cada pueblo entre el 1,5 % y el 7%, cantidades irrisorias y sin ninguna legitimidad para asegurar que el tema tiene ninguna validez. Han errado la OCB, o no, y sus amigos políticos porque los vecinos y vecinas de Mallorca les han dado la espalda a sus pretensiones.

Los titulares de los medios de comunicación progresistas disfrazan el fracaso, pero en cada lugar cuando se dicen los que han votado a favor de la República del censo total y la movilización vecinal para la consulta, hay risas entre la colectividad. Mientras se escribe y habla de estos temas ficticios el actual Gobierno no da cuenta de las listas de espera en los hospitales públicos, del porqué no hay viviendas de Protección Oficial, porque hay barracones en los patios de los colegios, porque media isla no tiene agua potable, porque se alquilan locales para edificios públicos en vez de comprar, etc, y cientos de demandas que no se han solucionado.

Resulta que el Valldemossa votó en 6,3% del total del censo de ciudadanos y residentes, esa cantidad de personas del pueblo se acercaron a votar. Por supuesto mayoría aplastante a favor de la República, y que me dicen de la abstención. En Sóller por ejemplo votaron el 1,5 de los censados. Y eso que hubo denuncias de votos repetidos. Sonrojante. En Porreres votaron 224 personas y viven miles de residentes y en Santa Margalida otro tanto parecido. Hasta Sencelles no subió el porcentaje de las medias de participación.

Han conseguido llenar muchas páginas con República y Monarquía y mientras no se habla de los PAC sanitarios para cubrir las urgencias por las noches en esos pueblos. Ni se ha destinado ni un euro para la Escola Nova de Campos, solicitada hace una década y todavía con problemas administrativos. O el PAC de Manacor. Ni que decir tiene que muchas personas de esos pueblos tienen concedida la ayuda de la Dependencia y se mueren sin cobrarla. Mientras unos/as dedican su tiempo en saber si el mañana amanecerá rojo o azul, otros/as, muchos se ven obligados a llenar las arcas públicas con sus impuestos para pagar las subvenciones de entidades y colectivos que son insaciables y forman legión.