Rafa Nadal le ha demostrado a Diego Schwartzman que hay que jugar los partidos de tenis en su parte deportiva física y pensar a la vez en cada pelota lo que pasó, lo que pasa y lo que viene, el futuro más inmediato. Una revisión que hace Rafa Nadal en la mayoría de ocasiones, se toma su tiempo, adelante ejecución. No se explica que el de Manacor avance a veces en sets que parecen perdidos y saca el milagro por las dos razones que aquí ponemos encima de la mesa, deporte y pensamiento inmediato con todo el ADN del contrario.

Esta madrugada han pasado muchas cosas, de un 4-0 a favor de Rafa Nadal y un empate a 4-4 y luego 6-4 rematado por el mallorquín. Después en el segundo 5-1 a favor de Rafa y el 5-5 en beneficio de Diego Schwartzman conocido popularmente como “El peque”. De ese empate al 7-5 a favor del Balear. Muchos fallos por ambos lados pero Rafa en el momento decisivo siempre marca la diferencia. Por lo deportivo, por lectura del trabajo anterior y posterior.

En todo el mundo han madrugado para ver al genio, llena pistas como ninguno, siempre hay tantos y pelotas para la historia. Genialidades nunca vistas. Sabe ir a favor y en contra, ese es el misterio de un grande. Entrena, se arropa de su equipo y familia, piensa y piensa, juega y juega, incansable. Su éxito es su ilusión de llegar a un infinito deportivo, ambicioso, pero sereno. Nadie se mueve Rafa Nadal juega. En Manacor muchos residentes como siempre siguen levantándose a las 3 de la madrugada, su embajador hace historia, es un hito continuo, el mundo lo aclama.

En el tercer set el Diego Schwartzman ha preparado otra estrategia, quiere serenar las bolas y tener más tiempo para pensar. Sabe que en los fundamental está fallando, aunque está jugando un buen partido y se le ve detalles de muy buen deportista y mejor tenista. Nadal siempre despeja a su favor las incertidumbres. En el tercero como decimos 5-2 a favor de Nadal, eso parece muy cerca de las semifinales. El tercero 6-2. Hemos sabido que los momentos de bajón eran por calambres en el astro.