Mateu Cañellas y Isabel Aguilar son las propuestas del jurado para recibir la distinción deportiva Cornelius Atticus 2019. El galardón reconoce toda una vida dedicada al deporte en diferentes ámbitos. Isabel Aguilar Llull es la candidata femenina y Mateu Cañellas Roca (a título póstumo) es el candidato masculino para ser distinguidos con el galardón Cornelius Atticus 2019 por parte de Govern de les Illes Balears después de ser elegidos en la votación del jurado de la edición veintiséis de los galardones.

Ahora la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes propondrá al Consell de Govern que ratifique los dos candidatos propuestos por el jurado del galardón Cornelis Atticus 2019 y sean así galardonados este año con la máxima distinción que otorga la Comunitat Autónoma en el mundo del deporte en reconocimiento a la trayectoria deportiva en diferentes ámbitos (deportista, técnico, promotor o dirigente).

Esta convocatoria de Cornelius Atticus es la tercera en la que hay una doble categoría de ganador del galardón (masculina/femenina), en línea con el fomento del deporte femenino que el Govern sigue desde la anterior legislatura. La distinción Cornelius Atticus reconoce los méritos de las personas físicas que, en el ámbito de las Illes Balears, han dedicado su vida al deporte.

Entre los requisitos los candidatos deben haber sido deportistas, dirigentes, técnicos o haber tenido otra función directamente implicada en la promoción del deporte. Además, salvo excepciones, tienen que haber dedicado un tiempo superior a los veinticinco años al desarrollo deportivo dentro del ámbito balear o desde el deporte balear contribuyendo a la evolución deportiva de la Comunitat Autónoma.

Hay que recordar que el premio Corlius Atticus se otorga desde el año 1996 y que desde 2017 también se establece una distinción femenina. Lleva este nombre por el primer deportista que se conoce en las Illes Balears. Se trata de un pancracista (una disciplina de lucha cuerpo a cuerpo) del siglo III del cual se encontró la lápida con un poema laudatori inscrito, durante las excavaciones a la ciudad romana de Pollentia (Alcúdia, Mallorca) en 1933. En el acto institucional, se hace entrega de uno diploma acreditativo, una reproducción de la lápida y un pin de plata con la misma reproducción.

Isabel Aguilar Llull fue la vencedora dentro de la categoría femenina de la distinción Cornelius Atticus 2019, uniendo su nombre a los de Dolors Besné y Vicky Pertierra, ganadoras en las anteriores ediciones desde la instauración de una categoría exclusiva para reconocer al deporte femenino.

Aguilar, propuesta por el Ajuntament de Manacor, cuenta con una extensa carrera como profesora de educación física, gimnasia artística, natación, petanca, baloncesto y deporte adaptado, siendo socia fundadora del Club Gimnàs Manacor y profesora y entrenadora de Aproscom.

Aguilar fue pregonera de las Fires y Festes de Manacor donde contó al detalle toda su trayectoria y llenó hasta la bandera el Claustro de Sant Vicente Ferrer.

Mateu Cañellas Roca: Nacido en Palma el 17 de septiembre de 1948, empezó en el deporte en su época como estudiante en el colegio La Salle de Palma. Fue campeón de Balears, recordman autonómico de maratón y 800 metros lisos e introductor-fundador de lo que se denominan carreras populares de gran fondo y maratón en nuestra comunidad. Aparte de campeón de Baleares de cross y diversas pruebas y distancias, también fue campeón de España de la Marina de cross.

Como directivo fue fundador de clubes, organizador de pruebas internacionales, secretario general de la federación de atletismo y presidente accidental durante unos meses de la misma. Como juez, título que se sacó con 22 años, vivió sus mayores eventos. Arbitró la final del Gran Prix de la IAFF en Barcelona, fue juez-árbitro de un España-Inglaterra de pruebas combinadas y de la Copa de Europa de Naciones en Murcia.

Fue jefe de la cámara de llamadas en los Juegos de Barcelona (1992) y también intervino en la Universiada de Palma (1999), en el Mundial de pista cubierta de combinadas en Valencia o en el Mundial junior y absoluto de Barcelona. En 2018 recibió la máxima distinción del Comité Nacional de Jueces de la Federación Española (RFEA) –la Placa Juan Sastre–, así como el premio al Espíritu Deportivo.