Editorial: Todos los expertos, científicos, entendidos y responsables de gestionar la pandemia coinciden que el Coronavirus ha perdido fuerza y su capacidad de contagio se ha reducido a la mínima expresión. Tal es el optimismo en Baleares y Mallorca que se han elaborado todos los informes para pasar a la segunda fase el próximo lunes día 25 de mayo y si no lo permiten, antes. El virus ha retrocedido sin duda alguna, porque a pesar de no cumplir los protocolos en el 25% de los casos, los contagios, infectados, ingresos, controles de activos en domicilios, se han desplomado.

La alegría es inmensa, hemos ganado la primera batalla. Una vez que el bicho no tiene capacidad de producirnos males irreversibles ni graves, hasta tener mejores condiciones para su nueva propagación, a la espera se descubran tratamientos y la vacuna, debemos aprovechar para normalizar el grave problema económico, social, humanitario. Sentar las bases para comenzar con el trabajo y obtener ingresos, posibilitar que no falte nada en las despensas de los menos afortunados, llegar en serio al tejido comercial e industrial con medidas contundentes. Resolver con planteamientos de futuro todos los entresijos del engranaje.

En la segunda fase se podrá ir al cine, mantener reuniones con hasta 15 personas, celebrar una boda, despedir a un familiar como se merece. La desescalada está en nuestras manos. Todo ello manteniendo la distancia social. Habrá un tope de 50 personas para la realización de congresos o encuentros de negocios. Todos los comercios podrán abrir con la condiciones que nos marquen el 25 de mayo. Los hoteles podrán abrir las zonas comunes aunque con la obligada limitación de público. Será el momento de poder ir a las instalaciones deportivas y playas, por supuesto con las recomendaciones de Sanidad.

Se limita el número de invitados a bodas: cien personas si se celebran en el extrerior y cincuenta si es un local cerrado. Las personas de hasta 70 años podrán pasear o hacer deporte a cualquier hora, exceptuando las franjas reservadas para los mayores de 70 años. Los centros comerciales podrán abrir sus puertas independientemente de su superficie. Su aforo total se limita al 30%. No se podrán utilizar las zonas comunes. Los restaurantes podrán servir en el interior de los locales siempre y cuando los comensales se acomoden en mesas. No se permite al autoservicio por parte del cliente en la barra. Se permitirá el baño y el uso de las playas si se respete la distancia social. En cuanto a la piscinas de uso recreativo solo con aforo al 30%.

Son pequeñas pinceladas para observar que se abre la mano a la denominada normalidad que se verá ampliada en la fase III sobre el 8 de junio, si todo va como se han establecido las previsiones. Entonces será el momento de desarrollar toda nuestra energía y músculo. Que nadie olvide que la distancia social, limpieza de manos y mascarillas serán claves para el éxito. Por supuesto respetar los protocolos que rigen en todos los países que han visto compensados los esfuerzos del confinamiento y otras medidas posteriores cuando hemos salido a la calle.

Es importante la cobertura social, muy vital ir tomando el pulso a la realidad aunque el endeudamiento sea el máximo permitido e incluso rozando la intervención de los hombres de negro de Europa. Cuando se salva el país y sus gentes debe importar muy poco si la caja del Estado está vacía, lo primero son las personas y evitar un estallido social e incluso una crisis humanitaria de consecuencias irreversibles. Sabemos que nuestros dirigentes han demostrado muy poco sentido común, carecen de preparación, no son estadistas, ni personas sabias. En esta ocasión somos nosotros y la iniciativa privada quienes debemos tomar las riendas y ofrecer las soluciones. Nos va en ello la supervivencia de todos.

Estoy feliz de las sensaciones que tengo con el virus, los datos que me llegan de los próximos tratamientos y la futura vacuna. Le tengo muchísimo respeto, se ha llevado por delante decenas de miles de personas. Quienes han estado enfermos me han contado en primera persona que el coronavirus deja secuelas muy graves, incluso cuando te dan el alta definitiva. Vamos a seguir adelante sin mirar atrás ni dar pasos en falso. Seguimos en la misma cadena, aunque muchos han demostrado que su egoísmo e insolidaridad permanece intacto antes, ahora y después. Rafael Gabaldón San Miguel.