Queridos lectores y vecinos. Antes que nada queremos aclarar que no nos consideramos “oKupas”, tal como el escrito en su comunicado con la letra “K”, que se refiere al movimiento “oKupa” al cual no pertenecemos. Tampoco estamos relacionados con ninguna mafia. Por favor, no se dejen maniobrar por el aborrecimiento de unos pocos que lo que hacen es causar exclusión social de personas dignas que sufren la precariedad y el aislamiento.

Sencillamente, aquí solo se trata de familias honestas y pacíficas, con niños menores. Debido al contexto, y por razones legítimas, preferimos mantener el anonimato, más que nada para garantizar nuestra seguridad y evitar consecuencias negativas a nuestros hijos.

El hecho que estemos en esta situación es porque todos nuestros intentos por vivir de alquiler han resultado infructuosos hasta el momento. Durante años hemos alquilado una vivienda a un propietario que decidió repentinamente reintegrarla y por eso tuvimos que abandonar ese hogar. Ahí empezó un periplo que nos llevó a ocupar estas casas vacías desde hace más de 15 años y que al parecer son destinadas a ser destruidas sin jamás haber podido ser vendidas o alquiladas.

Todo deja suponer que las construcciones de estas viviendas son inconformes con la ley de costas, o sea ilegales. Pero eso no lo tenemos bien claro todavía puesto que ningún propietario se ha manifestado hasta el día de hoy. Mientras tanto estamos cuidando de esas dos casas dejadas totalmente al abandono, dándoles mucho amor con todo el mantenimiento necesario para que puedan seguir sosteniéndose contra vientos y mareas.

Lo único que queremos es que nos permitan vivir dignamente donde sea. Se nos hace muy difícil acceder a una vivienda adecuada, que debiera ser un derecho fundamental de todas las personas. La mayoría de las inmobiliarias piden varias mensualidades de entrada, otras no admiten niños o exigen rentas de alquiler demasiado altas para nuestros ingresos. No estamos de ocupa por nuestro gusto sino porque no encontramos una vivienda accesible.

Nuestro único objetivó es que nos den la posibilidad de legalizar nuestra situación invitando a los propietarios, ya sean personas física, jurídicas, un banco o un fondo de inversión, a contactar con nosotros para iniciar un diálogo que nos pueda llevar a encontrar un acuerdo bajo cualquier fórmula de compra o alquiler.

Obviamente tenemos que aceptar nuestra condición actual de “ocupas” pero en nuestro caso les rogamos que lo escriban con la letra “C” como “Civismo”, que se refiere a las normas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en sociedad de manera civilizada, basadas en el respeto hacia el prójimo, la educación, la urbanidad y la cortesía.

Gracias por su apoyo y la oportunidad, ya que existen otras familias como las nuestras, con necesidad de un techo y que solo con hacerse visibles y presionar a las instituciones harán que no miren sin ver la realidad que estamos padeciendo. Atentamente. Los oCupas de Cala Magrana.