EL COPIB INSTA A REFORZAR LAS POLÍTICAS PÚBLICAS ORIENTADAS A ERRADICAR LA TRATA Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL DE PERSONAS

Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, el 23 de septiembre, el Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes Balears (COPIB) quiere expresar una vez más su total rechazo frente a la grave vulneración de los derechos humanos que afecta cada año a miles de mujeres, niños y niñas de todo el mundo, víctimas de una forma de violencia que supone consecuencias altamente negativas en su salud física y psicológica.

La institución colegial, miembro del Grupo de Estudios de la Prostitución de las Illes Balears (GEPIB) y entidad colaboradora del Plan Autonómico contra el Tráfico de Mujeres y Niñas con fines de Explotación Sexual, considera necesario reforzar y promover nuevas políticas públicas orientadas a frenar esta forma de violencia, así como a perseguir el delito y su demanda. De igual forma, hace un llamamiento a todos los sectores de la sociedad, para que cada uno desde sus competencias desarrolle acciones que ayuden a prevenir, intervenir y paliar los devastadores efectos que provoca la explotación sexual. “El consumo de pornografía y la prostitución no solo se da en la juventud. Los programas concienciación y sensibilización dirigidos a toda la ciudadanía siguen siendo necesarios para que se entienda la naturaleza del fenómeno de la trata y cómo está relacionado directamente con la prostitución, una desigualdad manifiesta más del patriarcado donde los cuerpos de personas vulnerables (mujeres, niñas y niños) se comercializan a merced de los que tienen poder”, señalan.

Las/los profesionales de la Psicología destacan la importancia de favorecer un marco de actuación coordinado que permita unificar criterios, así como mejorar la eficiencia y calidad de la atención que se ofrece a las víctimas. En ese sentido, reiteran su compromiso de apoyo y colaboración con toda iniciativa que contribuya a la eliminación de la explotación sexual en todas sus modalidades, y especialmente en aquellas que ponen el foco en los casos que afectan a menores como la Guía de actuación para prevenir y detectar casos de explotación en la infancia y en la adolescencia, ESIA, promovida por el Govern.

“El caso de los/las menores requiere de especial dedicación, puesto que se encuentran en un proceso madurativo en el que les resulta más dificultoso responder con estilos de afrontamiento adecuados a la complejidad de las circunstancias que están experimentando. Todo ello, junto al desconocimiento de recursos de ayuda y la falta de mecanismos de respuesta adecuados, hace que la atención no posea la eficacia requerida.

El miedo a denunciar y los sentimientos de vergüenza y culpabilización también suponen una barrera en la búsqueda de ayuda. Por eso es necesario que la sociedad al completo reaccione. Una lacra de tal magnitud requiere de una respuesta integral. Seamos la voz de quienes no pueden alzar la suya”, concluyen.