El espectacular despliegue de los funcionarios del Govern balear, incluido el fin de semana en las playas de Cala Varques en Manacor, arropados por agentes de varios cuerpos policiales y con la orden de la Jueza Magistrada de Palma en la mano, ha habido efectos colaterales al desmantelamiento y precinto del chiringuito ilegal y otras infraestructuras que le daban soporte a los okupas.

En este caso son los campistas, hasta 18 han sido denunciados y obligados a quitar de allí sus tiendas. Era temerario seguir permitiendo vivir allí por tratarse de una zona virgen, arbolada, emplazada en un ANEI (zona protegida), el suelo de los pinos está muy seco y cualquier descuido hubiese sido un desastre.

Han aprovechado los agentes y el Govern para desmantelar también a los campistas (en ocasiones hasta 25) y queda limpia la zona de okupas. El sábado el IBANAT se empleó a fondo y los agentes forestales abrieron expedientes a los campistas, con sanción incluida. 

Durante esta semana se harán visitas por tierra y mar si el tiempo no lo impide para asegurarse que se cumple la ley en los dos aspectos, actividades empresariales ilegales y campamentos. Un agente nos comentó ayer que ya no van dejar nada en pie. Tienen la orden del juez y las leyes del Govern en materia de Medio Ambiente, se terminó la impunidad. Ya está bien. Y si lo vuelven a intentar, estarán muchos meses a la sombra.