Editorial: Es muy difícil mantenerse neutral en esta España de los Reinos de Taifas, la Cogobernanza y de Pepe Gotera y Otilio. Los bandos de las dos Españas están latentes cada vez más vivos y quienes no somos soldados de esta guerra de militantes y simpatizantes a ultranza y fanáticos, estamos descolocados. Cuando la subjetividad y la reflexión solo tiene una cara se abandona la pluralidad, el sentido común, el respeto hacía los demás, la diversidad, a las personas. Nace el odio y con ellos el rencor anida pleno para vomitarlo siempre que se intenta poner encima de la mesa las dos verdades.

Como retirar la paja del trigo si los dos ejércitos están en el campo de batalla sin importarles llevarse por delante a los neutrales. Esta población sin bando ha dicho basta, se terminó, jugar a las guerrillas sin nosotros. En los dos sitios hay injusticias, cerrazón, ceguera supina, maldad. Se odian y han traído de nuevo a este país sus peligros. Los neutrales debemos ser pacientes y desdoblarnos, luchamos contra dos voces hasta la ronquera y convencer a un fanático en muy difícil, por eso nuestro calvario. Hoy Domingo de Resurrección les decimos que ha nacido una semilla limpia donde todos somos hermanos de verdad.

Por encima de las sangrientas batallas y la subjetividad, está la neutralidad. Esa que os tiramos a la cara porque estáis ciegos de sombras y sinrazón. Que más da si son verdes, azules y naranjas, si son morados, rojos, violetas. Ellos y ellas a los suyo, quieren que renazca lo que ya hemos olvidado. Nos dimos en el 1978 unas reglas del juego diferentes, por muy injustas que sean estaba prohibido apartar a nadie del tablero y sobre todo respetar al contrario. Cuando la Constitución se tambalea da igual república que monarquía. El tirano quiere todo para él y encarcelar a quienes no piensan unilateralmente.

Estamos jodidos los neutrales no tenemos espacio en esta cruenta lucha sin cuartel. A no ser que llevemos a nuestro terreno con mano estadista a unos fanáticos que tienen las llaves de la caja y el BOE. Es hora de pisotear la rabia sobrevenida, de dejar en paz la historia insensata, de caminar sobre caballos de un solo color, de pensar en B y tirar por la borda el abrazo del 78. Ambos bandos se llenan la boca que lo hacen por España, por la misma bandera, pero todo es mentira si no respetas a tus semejantes. Y quienes quieren comer aparte y mayor cantidad, nacionalistas e independentistas les decimos que su insolidaridad no tiene espacio entre los neutrales.

Nos hemos cansados de ellos, es hora que nazca una semilla nueva en este nuestro planeta. Las armas arrojadizas para quienes no quieren ni a su padre ni a su madre, esos que dicen hacer todo por amor y lo hacen por una cochinas siglas manchadas de subjetividad, injusticia, tiranía, uniformidad, odio. No respetan la pluralidad, se tiran al ruedo como posesos de unos colores que se tiñen de sangre en cada contienda. Separan familias, amistades, pueblos. A la mierda con ellos, a mi no me representan, nunca votaré a ninguno de los anteriores. Mientras se mueren más de 100.000 compatriotas solo piensan en ellos, en la victoria contra su supuesto contrario.

Los neutrales tenemos amigos en ambos bandos y si se miran al espejo verán que son el mismo retrato. Personas que trabajan a diario para sacar adelante su existencia. La clase política se ha inventado la guerra, vive de ella y nos cuestan cada año 30.000 millones de euros. Esos fariseos que fueron expulsados por Jesucristo del cielo cubierto de sol y lluvia, son los mismos de aquel templo manchado de mentiras y soberbia. No hemos aprendido nada en 2.000 años. Menos mal que ahora hoy y mañana la voz de los neutrales puede detener esas riñas de fanáticos. Os veo y siento que todo cambia para quedarse igual. Un giro de 360 grados y que siga la noria ocupando el mismo lugar.